Obviamente siempre anda entre mangas pasteleras, buttercreams, chocolates..., hummm, se me hace la boca agua. Y claro, continuamente tiene que cambiar de delantal.
Se me ocurrió regalarle uno. Quería que resultara bonito y coqueto, ya que lo utilizaría en sus clases de repostería, pero divertido, porque ella es muy joven. Así surgió este delantal para María.
Es de tela vaquera, fina y elástica para que sea cómodo. Con un gran bolsillo, rodeado por un fino encaje de algodón en el que guardar utensilios. Y una flor broche, confeccionada a juego, que se puede quitar al lavarlo.
A ella le encantó, espero que a vosotros también os guste. Y si os animáis a hacer uno similar, no dudéis en preguntar si puedo ayudaros en algo.
Es un delantal precioso. Seguro que su dueña estará guapísima con el.
ResponderEliminarSeguro que sí :) . Muchas gracias.
ResponderEliminarPor favor, qué monada! Es increíble que puedas crear estas cosas tan bonitas a partir de unas telas, tienes unas manos increíbles y una gran creatividad.
ResponderEliminarViniendo de ti es doble cumplido. Blogs como el tuyo( os recomiendo visitar un Taller en la Torre) me sirven de inspiración Gracias.
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